Hija de humo y hueso -Laini Taylor-

Trilogía:

#1-Hija de humo y hueso

#2-Días de sangre y resplandor

#3- 

Karou es una estudiante de arte de 17 años que vive en Praga. Pero ese no es su único mundo. A veces, Karou desaparece en misteriosos viajes para realizar los encargos de Brimstone, el monstruo quimera que la adoptó al nacer.Tan misteriosa resulta Karou para sus amigos, como lo es para ella su propia vida: ¿cómo es que ha acabado formando parte de una familia de monstruos quimera? ¿Para qué necesita su padre adoptivo tantos dientes, especialmente de humanos? Y, ¿por qué tiene esa recurrente sensación de vacío, de haber olvidado algo?De pronto, empiezan a aparecer marcas de manos en las puertas, señal de que la familia de Karou corre grave peligro. Karou tratará de cruzar al mundo quimérico para ayudarles, pero es perseguida por los serafines. Entre ellos se encuentra Akiva, un ángel arrebatadoramente hermoso al que Karou está unida de forma que ni ella misma puede imaginar.

He de decir que a pesar de las buenas críticas que ha ido cosechando este libro y lo mucho que me llamaba nunca me acababa de decidir por él, bien porque saliesen novedades que me llamasen más o bien por cualquier motivo. El caso es que cuando Iris me comentó que había creado una lectura conjunta del libro en su blog (El mundo de los sueños) me dije a mí misma que esa era mi oportunidad. Así que aquí estoy, lamentando no haber disfrutado de Hija de humo y hueso mucho antes.

En cuanto me sumergí en las páginas de la novela supe que no me decepcionaría, que haría justicia a lo que había leído sobre ella, y es que Laini ha creado un mundo totalmente original. Y he aquí el porqué de que este libro me haya cautivado; es original, algo que le falta a la mayoría de libros de YA hoy en día, que solo siguen la estela de un boom que ya no está de moda.

Para empezar, la historia comienza en Praga, la bella y misteriosa Praga, tan plagada de pequeños secretos como de personajes e historias pintorescas. La autora nos describe pequeños (y no tan pequeños) rincones de la ciudad mientras caminamos junto a Karou hacia su escuela de Arte, o hacia La cocina envenenada, un lugar demasiado frecuentado por turistas desde que su nombre figura en las guías turísticas, o quizá hacia la tienda de Brimstone, el traficante de deseos que ha cuidado de Karou desde que esta tiene uso de razón. A pesar de todo, Karou siente que su vida está envuelta en secretos, y el silencio de Brimstone cada vez que ella le pregunta algo hace que sus sospechas se confirmen y la angustia por no saber realmente quién es se acrecenta.

La forma de narrar de Laini es maravillosa. Poco más se puede decir cuando es de esas escritoras que saben exactamente cómo hacer que el lector se quede enganchado a sus páginas. Con un ritmo trepidante, la historia se desarrolla sin dar un segundo de respiro, cargada de incógnitas que se irán resolviendo a medida que vayamos pasando las hojas, como una telaraña que se entreteje poco a poco, pero sin pausa.

Respecto a los personajes… ¿Qué decir? Cada uno de ellos me ha parecido… Tangible. Tanto como que en cualquier momento podría estirar el brazo e intentar tocar el pelo azulado de Karou, o el tacto de los músculos de Akiva. Hasta Kaz me ha parecido imprescindible en la historia, y eso que me parece idiota. La autora ha sabido crear personajes y moldearlos a su gusto, sin hacer que pierdan la credibilidad. Y es que cada uno de ellos, principal o secundario, es único. Y es que Laini ha convertido a quimeras y serafines en seres totalmente maleables, en un mundo sumido en una guerra perpetua en la que ellos son meras fichas de juego.

Otra cosa que quiero destacar es el hecho de cómo viven los humanos las experiencias extrañas que nuestros personajes ofrecen.  Me ha llamado la atención que cuando aparecen serafines con espadas enormes la gente se altere y llame a la policía, los cuales cuando llegan piden, por favor, que bajen las armas. Estos detalles le han dado a la historia un punto de realidad que ha sido realmente acertado.

Po último, y por poner un pequeñísimo contra, la historia de amor es demasiado precipitada. Por lo general odio el amor a primera vista, me parece que no tiene sentido y que le da un toque de surrealismo a la novela, pero de alguna forma, a pesar de no convencerme, Laini ha sabido hacer que no le dé mayor importancia.

En definitiva, en Hija de humo y hueso nos embarcamos en un viaje que quizá no tenga marcha atrás, una historia cargada de secretos, de una lucha entre dos especies condenadas a combatir durante siglos, de amor y de esperanza. Sobre todo, de esperanza.

*Para leer otras reseñas de los participantes en la lectura conjunta click aquí