sábado, 13 de julio de 2013

Pídeme lo que quieras, ahora y siempre -Megan Maxwell-


Trilogía Pídeme lo que quieras:

#1-Pídeme lo que quieras [Reseña]
#2- Pídeme lo que quieras, ahora y siempre.
#3- Pídeme lo que quieras, o déjame.



Después de provocar su despido de la empresa Müller, Judith está dispuesta a alejarse para siempre de Eric Zimmerman. Para ello y para reconducir su vida decide refugiarse en casa de su padre, en Jerez. Atormentado por su marcha, Eric le sigue el rastro. El deseo continúa latente entre ellos y las fantasías sexuales están más vivas que nunca, pero esta vez será Judith quien le imponga sus condiciones, que él acepta por el amor que le profesa. 

Todo parece volver a la normalidad, hasta que una llamada inesperada los obliga a interrumpir su reconciliación y desplazarse hasta Munich. Lejos de su entorno, en una ciudad que le resulta hostil y con la aparición del sobrino de Eric, un contratiempo con el que no contaba, la joven deberá decidir si tiene que darle una nueva oportunidad o, por el contrario, comenzar un nuevo futuro sin él.



[¡CUIDADÍN, QUE PUEDE CONTENER SPOILERS DE PÍDEME LO QUE QUIERAS!]

No sé cómo, ni porqué empecé a leer este libro. Había dicho que tardaría en reencontrarme con Jud y Eric, pero al final no he podido resistirme y he acabado devorando la novela, justo lo que no esperaba.  Al final es cierto eso de que la pluma de Megan engancha.
En esta segunda parte, nuestros protagonistas deciden luchar por su amor, por llevar una relación sana de pareja y compartir sus vidas. A pesar de los continuos enfados que los enamorados nos hacen sufrir, vemos que, cada uno a su manera, quiere incondicionalmente al otro. Es por esto que cuando Eric se ve obligado a viajar a Alemania para cuidar a su sobrino, Judith no duda en seguirle allá donde vaya.
En Pídeme lo que quieras, ahora y siempre, notamos que la relación va pasando por diferentes fases. Ya no estamos ante un libro totalmente erótico con escenas de cama cada dos por tres, que haberlas,  haylas, pero la historia entre ellos y la relación que Jud intenta establecer con Flyn toman mayor importancia que en la novela anterior. El pequeño se resiste a los encantos de la española, sorprendiéndonos con unas travesuras que son dignas de una mente criminal.


Respecto a los personajes, he notado una cierta evolución en Eric en esta novela, no sé por qué pero le he ido cogiendo más cariño que en la anterior parte y me ha hecho enternecerme con algunas de sus acciones. Ahora bien, sigue sacándome de quicio que sea tan exageradamente sobreprotector tanto con Judith como con el pequeño Flyn, y con esas ideas fijas que tiene que… lo mataría. Flyn, como personaje, me ha parecido totalmente creíble, y eso que es difícil meterse en la mente de un crío pequeño y que ha perdido a su madre. Su evolución es notable también, y la verdad es que tiene algunos detalles que enamoran.  Respecto a Jud, lo que más me ha gustado de ella es que intenta cambiar a la familia para bien, dar un toque más cálido a la casa, hacer que el pequeño se divierta y que el mayor también y que a pesar de todo, sabe llevar a su Iceman a su terreno. ¡Qué ovarios tiene esta chica!

Vuelvo a resaltar en esta ocasión que al principio se me hace cuesta arriba entenderme con Megan por el “españolismo” que destilan sus páginas. Pero poco a poco me hace sentir como en casa, aunque a veces abuse de algunas expresiones que odio, véase “cuchufleta”, “morenita”, y demás apelativos que me ponen los pelos de punta. Pero a pesar de esto, el libro tiene un ritmo perfecto que hace que se lea en un “santiamén”, y unos toques de humor que sacan sonrisas allí donde tocan.

En definitiva, Pídeme lo que quieras ahora y siempre es una continuación perfecta para la historia que conocimos en Pídeme lo que quieras. Cargada de amor, pasión, humor y con el toque tan característico que sabe darle Megan Maxwell, esta historia os dejará prendados con cada una de sus páginas. 





6 comentarios:

  1. Yo amo a Jud,jaja.. Tiene un poderío,una fuerza.. un todo,que me encanta..

    Y Eric... No te digo nada!
    Pero leerte ya la 3· parte,aunque me resultó algo mas pasteloso..

    Un beso preciosa Hes!

    ResponderEliminar
  2. Hola preciosa ^.^
    Todavía no he leído el primero, pero la verdad es que les tengo muchas ganas, asique espero dentro de poquito conseguirlos y leerlos, seguro que me gustan tanto como a ti ^.^
    Y la reseña perfecta :)
    Un beso enorme guapísima :D

    ResponderEliminar
  3. ¡Hello!
    Tengo ganas de hincarle el diente a Megan Maxwell, he leído cosas muy buenas sobre ella... de hecho la tengo en mi lista de pendientes del blog con Llámame Bombón :P

    ¡Nos leemos!

    ResponderEliminar
  4. Hola :) No he leído la trilogía pero no me llama mucho. Gracias por la reseña y me alegro de que te haya gustado.
    Un besito.

    ResponderEliminar
  5. Hola guapa!!!

    Buenísima reseña :O
    Todavía no he leído nada de esta autora... La tengo unas ganas...

    Un beso!!

    ResponderEliminar
  6. A mi también me pasó lo mismo cuando leí por primera vez un libro de Megan Maxwell con su españolismo. En serio, no le veía la gracia!! pero el segundo libro que leí fue Pídeme lo que quieras y como que le cogí el gustillo, hasta me acabé riendo de algunas expresiones y todo, creo que es cuestión de acostumbrarse y yo ya lo he hecho XD.

    En cuanto al libro, a mi también me pareció que Eric ha evolucionado y es un libro más hogareño con la introducción de Flyn en la historia. A mi me gustó mucho ^^

    A ver qué te parece el tercero ^^

    ResponderEliminar

¡Hola! ¿Sabías que mi blog se alimenta de tus comentarios? Pero antes, vamos a diferenciar SPAM bueno y SPAM malo.
-SPAM bueno: haces un comentario y después me dices: oye, Lau, yo también tengo un blog, por si te apetece pasarte.
SPAM malo: HOLA MIRA MI BLOG: www.tuentradamelasoplasolohevenidoahablardemiblog.blogspot.com

Si me dejas SPAM bueno, (y sin dejármelo, porque devuelvo comentarios) normalmente visitaré tu blog.
Si me dejas SPAM malo, te ignoraré, borraré tu comentario y te castigaré a escribir 'NO HARÉ SPAM' con el boli chungo de la Umbridge.

Dicho esto, ¡gracias por tomarte un ratito para escribirme! Eres un amor.